por: Luis Alejandro Rey – Consultor Digital

La mayoría de procesos de transformación, estrategia y marketing digital fallan cuando no se hace un diagnóstico certero de la realidad de un negocio. Si el diagnóstico falla, el resto del proceso está en riesgo de ser un completo fracaso.
Esta semana preparamos una propuesta para una clínica de ginecología y obstetricia. El sector médico es uno de los principales afectados por la evolución natural de los ecosistemas digitales, pues los servicios de medicina privada necesitan fuertes mecanismos de ´branding´ y ventas para diferenciarse de los servicios de su competencia, la oferta prestada en una EPS o que se cubren en el POS.
En conversación con ellos notamos el profesionalismo y la fuerte orientación por metodologías propias del método científico. Fue sencillo entendernos porque en MAT Consulting compartimos un elemento metodológico fundamental en el ejercicio de cualquier ciencia: El diagnóstico.
Es difícil imaginar a un médico intervenir a un paciente sin tener la menor idea de su estado de salud, sin saber si es alérgico a cierto medicamento, sin preguntarle qué le duele o sin consultar el motivo de su visita.
En el mundo digital, por el contrario, abundan los profesionales que intervienen los activos digitales de sus clientes con una pobre investigación de las necesidades, dolores y deseos de quien los contrató.
A duras penas se llena un ´brief´, un documento con algunas preguntas básicas que resultan un poco obvias. Llenar un brief y hacer un diagnóstico son dos cosas MUY diferentes.
No se gerencia lo que no se mide. -Peter Drucker
Pasos para hacer un buen diagnóstico
El primer elemento de un diagnóstico correcto tiene que ver con la medición. Antes de presionar cualquier botón en el computador o de darle click a cualquier opción en redes sociales, es imperativo conocer los datos en torno a la realidad del cliente. La ´historia clínica´ de su paciente reside en los movimientos pasados y los resultados obtenidos, pasando por una revisión total de sus activos digitales, presupuestos, datos de negocio y equipo a cargo de cada función.
El segundo elemento de un buen diagnóstico es el análisis de la información. Tener buenos datos y no saber qué hacer con ellos es casi tan malo como no tener ningún dato.
Para hacer un correcto análisis de estos datos se pueden utilizar metodologías cuantitativas como ´Business Intelligence´ para el caso de las ventas, segmentaciones demográficas para el caso de los públicos en redes sociales e incluso clasificación de ´clusters´ si la data es lo suficientemente clara. Sin embargo, no se debe perder de vista el elemento cualitativo; es importante entender el proceso de los emprendedores y/o directores de marketing, sus problemas de tipo personal con agencias del pasado y sus miedos para avanzar en el mundo digital. Con la información analizada, podemos hacer un muy buen plan de trabajo.
El paso final es la acción consecuente con las etapas anteriores, el cual debe concluir en una transformación de los resultados. De nada sirve tener buenas ideas si hacemos malas ejecuciones. Este paso requiere disciplina, pericia y precisión, pues los resultados dependen de implementar correctamente un plan de trabajo bien pensado. Para hacer buenas ejecuciones es indispensable contar con el equipo capacitado para realizar cada acción. Recuerda, los ortopedistas no operan el corazón y los community managers no son expertos en pauta.
Recordar estos pasos nos evitará cortarle una pierna a un paciente con dolor de cabeza.